¿Te has fijado alguna vez en las chimeneas del alto pirineo Aragonés? En su parte más alta, guardan una tradición de cientos de años.
Según la leyenda, las brujas recorrían cada noche el cielo y se colaban en las casas.
Siendo la chimenea la única vía de entrada que no se podía cerrar, ¿Cuál fue la solución?
Colocar piedras en la parte alta que representaban diferentes cosas. Normalmente solían ser muñecos con los brazos abiertos, parecidos a los espantapájaros. Aunque hoy en día también podemos ver otros más modernos, con gatos, figuras geométricas, o como la de esta foto, en Alquézar, con un cántaro!